Algunos Testimonios
“Llegué a la fundación muy arruinado… de cabeza, de alma y de cuerpo. Totalmente roto. Mi fin, cuando entré era dejar de drogarme y ser un mejor papá. Hoy aprendí a ser un tipo honesto y laburador. Me siento muy, muy orgulloso de mí y muy agradecido a San Carlos y a todos mis compañeros de ese momento.¨
«En mi última internación psiquiátrica pedí ayuda y así es como llegué a la Fundación San Carlos. Harry siempre decía: “El principal diagnóstico de una adicto es tristeza. Y todas las personas, que pasamos por este problema de adicción, nos merecemos poder soltar esa tristeza.»
Uno de mis primeros pasos fue tocar timbre en la fundación. El segundo y muy importante fue darme a conocer a mi mamá, llamarla y contarle que había empezado un tratamiento de rehabilitación por adicciones. Esa fue una mochila grande que me saqué. Lo primero que me enseñaron fue a hacer caso y ser honesto.”
“Llegué muy solo, muy triste y con una familia dividida. Hoy, la base desde donde nos vinculamos con mi familia es otra y lo podemos reconocer. Todos encontramos mucho más de lo que fuimos a buscar. La funda es mucho más que un tratamiento, es una universidad de la vida.¨
“Hoy tengo la vida que quiero y soy feliz, ya no soy el causante de todos los problemas. Puedo apoyar la cabeza en la almohada y dormir tranquilo, eso me da mucha paz. Estoy muy agradecido a la Fundación por ayudarme a encontrar la felicidad, y sostenerla.“